jueves, mayo 23, 2013

Entrevista en Arttroop

Hace unas semanas, los chicos de Arttroop se pusieron en contacto conmigo, después de haberle dado un vistazo a mi web, decidieron que querían hacerme una entrevista para su blog.

La verdad es que no es algo que le pase a uno todos los días, y por qué no reconocerlo, hace ilusión. Como les decía a ellos, yo no vivo de la fotografía, soy informático y lo cierto es que es algo que tenía claro desde bien pequeño, ahí están mis padres para corroborarlo. Pero la fotografía está bien presente en mi vida desde hace muchos años, incluso antes de que mi memoria alcance a ver los recuerdos, como se puede ver en la foto que me hizo mi padre cuando yo era canijo :-D.


En muchas ocasiones ha sido una válvula de escape, en otras la excusa perfecta para conocer gente o viajar, también he realizado algún trabajo extra esporádico como fotógrafo, pero es el conjunto de todo lo que hace que siga enganchado a este arte.


Os invito a que le deis un vistazo a la web de Arttoop, una plataforma de compra-venta de arte donde podréis poner a la venta vuestras obras (fotografía, pintura, dibujos, etc.). Ellos lo gestionan casi todo, tan solo tienes que preparar el envío, y Arttroop se lo hará llegar al comprador. Tal y como está la situación en este país, será difícil vender algo, pero bueno, no cuesta nada tener una selección a la venta, quien sabe ;-)


He añadido el logo que veis sobre estas líneas en la parte derecha del blog, es un enlace a mi espacio en arttroop.com, así que si alguna vez queréis regalar una foto, ya sabéis jajaja ;-p

jueves, mayo 16, 2013

Sacre Coéur...

Una de nuestras primeras visitas y posiblemente la zona que más nos gustó de París, el barrio de Montmartre. Conocido por su ambiente bohemio, barrio de artistas, pintores, calles adoquinadas, el barrio de Montmartre es uno de los más visitados por turistas y parisinos.


Bares con encanto, música en las calles, muy poco tráfico, y por supuesto, la basílica del Sagrado Corazón, o Sacre Coéur. Situada en lo alto de una colina, ofrece buenas vistas de la ciudad mientras descansas en las escaleras que llevan a la puerta de la basílica.


Fue una de las tardes más divertidas del viaje, llegábamos con ganas y nos pateamos las calles arriba y abajo. Bueno vale, más bien hacia abajo, subir subimos en metro (por cierto ya hablaré del metro más adelante, porque tiene lo suyo, solo adelantar que vimos por allí a Ratatouille y Stuart Little campando a sus anchas...)


La "Place du Tertre", o también conocida como "Plaza de los pintores", fue un pequeño chasco en la excursión, no por la plaza en si, que seguro que en invierno y sin tropecientas terrazas y todavía más turistas, es preciosa. Pero apenas pudimos pasar por un lateral de la cantidad de gente que había.


Así que nos dirigimos a la basílica dando un paseo, y no os imagináis la cantidad de gente que había en la puerta para entrar, por lo que como estábamos cansados nos mezclamos entre la "juventud" y disfrutamos de las vistas.

Fue un buen momento para tomarse unas cervezas a precio "español", eso si, toca regatear con los vendedores de botellines, la primera picamos, pero las dos o tres siguientes recuperamos lo perdido por el ataque inicial de sed...


Otra de las atracciones de la tarde, el futbolista malabarista, un crack el tío, hasta escalaba por una farola con el balón en la cabeza. Por lo visto lleva años haciéndolo, así que seguro que podría hacerlo incluso con los ojos cerrados.


Tras los refrigerios... nos pusimos a caminar calles abajo, en busca del famoso bar de la película de Amelie, Les Deux Moulins. El bar no está mal, pero hay muchos otros por la zona más bonitos, eso si, este estaba hasta la bandera, así que vistazo rápido y a otra cosa.


Una de las cosas que nos habían comentado era el tema de la "happy hour" en muchos locales de París, suele ser entre las 17:00 y las 21:00, cuando puedes tomar una pinta de cerveza por 5 euros. Fuera de este horario es muy muy caro, y no exagero. Así que aprovechamos para tomar un par de pintas y cenar algo, París es caro pero si tienes un poco de ojo, el viaje se hace más o menos asequible.

miércoles, mayo 08, 2013

La "tortura" de la Mona Lisa...

Ayer volvimos de una pequeña escapada de cuatro días a París, y como tampoco tengo intención de hacer un diario de viaje, voy a ir contando cosas sobre la visita a la ciudad de la luz.


Si una cosa no puedo dejar de comentar es la visita al Museo del Louvre. Pero hoy voy a centrarme solamente en una sala, una de las más conocidas mundialmente por albergar en ella una de las obras de arte más polémicas de la historia, La Gioconda.


Resulta que uno ya va al museo a sabiendas de lo que se puede encontrar al llegar a la sala, que si hay mucha gente, que si el cuadro es pequeño, que si está muy protegido. Pero una cosa es que te lo cuenten y otra diferente es verlo...


En cuanto avanzas por el pasillo que da acceso a la sala donde está la Mona Lisa, ya te das cuenta de que si, es ahí seguro, porque una riada de gente se amontona frente al doble cordón de seguridad (además del cristal que la protege) pero no para ver el cuadro no, ¡para hacerse la foto de turno!


Me atrevería a decir que el 90% de las personas que estaban allí, no miraron el cuadro más de 10 segundos, simplemente se acercaron como pudieron, sacaron la cámara, teléfono, tablet o iPad, hicieron la foto y se fueron. Gente haciendo las típicas fotos en perspectiva como si pellizcaran el cuadro, parejas auto-retratándose estirando el brazo, etc.


Como no va a estar protegida, si por mucho que digan que el flash está prohibido, allí saltan por todas partes (como en todo el museo). Es bochornoso ver como por cada sala del museo que íbamos pasando, un guarda tenía que llamar la atención a alguien por tocar las obras, abrazarse a estatuas de la antigua Grecia (¡abrazarse!), o intentar subirse a las rocas originales para sentarse junto a grandes figuras del arte. No exagero cuando digo que vimos un guarda de seguridad correr tras un japonés para expulsarlo del área donde se encuentra La Victoria de Samotracia, porque estaba intentando subirse para que le hiciesen una foto.

Sinceramente, siendo aficionado a la fotografía como soy, si prohibiesen el uso de cámaras fotográficas y de vídeo dentro de los museos creo que harían un favor a muchos que simplemente queremos pararnos un rato a ver las obras de arte, porque estoy seguro que una buena parte ni entraría en ellos si no pudiese hacer fotos.