miércoles, marzo 25, 2015

Juntas, dos en una...

¿Alguna vez os ha pasado que cuando llegáis a casa y revisáis las fotos del día, hay un par de ellas que, por alguna razón, tienen que estar juntas? Pues hoy me ha pasado esto.

Últimamente trato de llevarme mi cámara de paseo en la mochila, a veces no sale de su funda, otras, como hoy, sale a dar un breve paseo. Me da rabia ir por la calle "viendo fotos" y no poder hacerlas (odio el móvil para esto), o como cuando esta tarde entré en el metro y vi una escena "perfecta" y yo tenía la cámara guardada en la mochila, el momento pasó y yo no pude capturarlo.



Tal vez me están volviendo las ganas de hacer fotos a todo lo que veo, tal vez. Llevo mucho tiempo desconectado de la fotografía, creo que me lo llegué a tomar demasiado en serio y terminó por superarme. Ahora, con más calma, sin importarme tanto las críticas, simplemente hago fotos de vez en cuando, pero soy capaz de estar una hora paseando con la cámara encendida y no hacer ninguna foto (no sólo los que tiran con película hacen esto), tengo que hacer fotos a algo que me motive, sino, no aprieto el botón.

También borro muchas, en cámara y en el ordenador, me quedo con dos o tres, el resto se van al olvido, no merecen la pena, no cuentan nada, no muestran nada, no me motivan nada, simplemente ocupan espacio en mi disco duro.

Esta tarde he hecho diez fotos, y me he quedado con estas dos, que en realidad es una. Me salí del camino y acabé en un pasadizo de arte alternativo, raro, muy raro. Y disparé a través de una casa colgante hecha con plástico de bolas. Raro, muy raro.

Me gustan estas fotos, o más bien, me gusta esta foto. Pero no voy a describirla como estoy harto de ver en muchos sitios, descripciones hipnotizantes recargadas y pedantes, miles de palabras intentando describir "algo". Esto es una fotografía, si no te gusta me encanta, si te gusta también, pero no necesitas leer un párrafo para saberlo.