martes, septiembre 12, 2006

El síndrome del turista

En ocasiones, visitamos lugares con vistas maravillosas, ciudades con monumentos descomunales, y como no, con nuestra cámara al cuello, que le vamos hacer, nos encanta cargar por una mochila con cámara, objetivos, trípode y demás accesorios.
Desde que me ha picado el gusanillo de la fotografía, y veo miles de fotos todos los días, me doy cuenta de que es dificil sacar fotos de ciertos sitios, sin dejarnos llevar por las maravillas que contemplamos. Es lo que más admiro de esos puntos de vista distintos, que están ahí, esperando a que alguien los capture, pero que pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros, los novatos :-)
Cada vez que cuelgo mi cámara al cuello, intento buscar imágenes distintas, entrenar el ojo como dicen algunos, es dificil y a veces llego a casa con un montón de fotos simples y aburridas, pero el día en que abro esa foto diferente, que no he visto antes en ningún sitio, y que yo he visto, vuelvo a tener ganas de fotografiar más y más, y mejorar en mi afición.

Una de mis ciudades favoritas es Salamanca, llevo visitando la ciudad desde que nací practicamente, y todavía a día de hoy, sigo sacando fotos de su Plaza Mayor, pero cada vez que vuelvo, intento hacer una foto diferente, busco un arco, una persona paseando a través de un contraluz de los soportales, pero inevitablemente, en ocasiones el ojo se me va a las imágenes que pueden encontrarse con tan solo poner en un buscador de internet las palabras "Plaza Mayor Salamanca".

Supongo que la práctica, las horas mirando por un visor, y los consejos que me da mucha gente, harán que no sufra este síndrome tan a menudo ;-)



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