Cómo os comentaba en la anterior entrada, después de visitar Cáceres puse rumbo sur, no sin antes hacer noche en Madrid para descansar un poco y arreglar algunos papeleos. El destino era Vera Playa, una pequeña localidad de la provincia de Almería donde estuve varios días desconectado del mundo, en compañía de mis padres.
Fueron días de descanso, mucha playa, piscina, tintos de verano y más de una excursión. La mejor de todas fue la escapada que hicimos al Cabo de Gata, donde nos pudimos dar un baño en una playa kilométrica de aguas cristalinas. La primera foto que veis está hecha allí, desde el mirador que hay junto al faro. Fotos no hice muchas, o más bien las que hice son de recuerdo, ya que para haber logrado alguna mejor tendría que haber ido a las últimas horas del día pero este no era el objetivo del viaje, antepuse el descanso, los baños en la playa y la tranquilidad, a hacer fotos :-)
Otro de las paradas de ese día fue en la playa de los Genoveses, ya por la tarde. Allí hice alguna foto de kite-surf, que son las otras dos fotos que acompañan esta entrada. Y también fui atacado por un perro en la pierna, que por suerte para mi, me "marcó" con la boca pero sin clavar los dientes. Y es que hay cosas que se me escapan, si eres dueño de un perro y quieres llevarlo a la playa, no lo hagas en una donde hay gente paseando, con niños, etc. y si aún así lo llevas lo mínimo que deberías hacer es ¡atarlo o ponerle un bozal!
La última parada antes de volver al apartamento fue Las Negras, pequeño pueblo costero donde nos comimos unos buenos mejillones a la marinera, acompañados de la cerveza de la zona, Alhambra en botella bien fría.
Lo demás de las vacaciones, pues más playa, más piscina, más cerveza y tinto de verano... :-)
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