Imaginad que llegáis a Nueva York, es de noche y salís a dar un paseo por las inmediaciones de vuestro hotel. Times Square arroja una luz a la ciudad fuera de lo común, las calles están tan iluminadas que pareces estar dentro del escenario de una película, no puede ser que haya tal cantidad de luminosos por metro cuadrado, pero así es, luces de colores mires para donde mires.
La cosa cambia en cuanto caminas por la 7ª avenida y te alejas en el sentido creciente de las calles perpendiculares, la calle 46, 47... las luces de gran intensidad se van desvaneciendo y dejan paso a farolas de luz tenue y escaparates que esperan ser abiertos unas horas después, cuando la ciudad vuelva a despertar (si es que alguna vez Nueva York duerme...).
De repente cambias la vista hacia la otra acera y ves algo que te suena haber visto muchas veces en las películas, vapor saliendo de las alcantarillas. Reconozco que la primera vez que vi esto, con la cámara en mis manos, recibí un subidón de adrenalina que recuerdo como si lo tuviese delante de mis ojos ahora mismo. Es algo sencillo, normal para el que ya haya estado en NYC más veces, pero ver eso recién llegado a la "city", de noche, hizo que se me pusiera una sonrisa de oreja a oreja y los ojos se me abriesen como platos, aunque por un momento pensé que Robert de Niro saldría por cualquier esquina y se bajaría del taxi pistola en mano... :-p
Pocas fotos hice, pero estaba abrumado mirando a todas partes, los dos primeros días estuve totalmente descentrado intentando asimilar la cantidad de cosas que se llegan a ver, así que seguí caminando a ver que más encontraba. Cada vez quedan menos "fugas" en la ciudad, se intentan reparar poco a poco pero la verdad es que por mi, podrían dejar unas cuantas para los locos de la fotografía que de vez en cuando visitan la ciudad...
La cosa cambia en cuanto caminas por la 7ª avenida y te alejas en el sentido creciente de las calles perpendiculares, la calle 46, 47... las luces de gran intensidad se van desvaneciendo y dejan paso a farolas de luz tenue y escaparates que esperan ser abiertos unas horas después, cuando la ciudad vuelva a despertar (si es que alguna vez Nueva York duerme...).
De repente cambias la vista hacia la otra acera y ves algo que te suena haber visto muchas veces en las películas, vapor saliendo de las alcantarillas. Reconozco que la primera vez que vi esto, con la cámara en mis manos, recibí un subidón de adrenalina que recuerdo como si lo tuviese delante de mis ojos ahora mismo. Es algo sencillo, normal para el que ya haya estado en NYC más veces, pero ver eso recién llegado a la "city", de noche, hizo que se me pusiera una sonrisa de oreja a oreja y los ojos se me abriesen como platos, aunque por un momento pensé que Robert de Niro saldría por cualquier esquina y se bajaría del taxi pistola en mano... :-p
Pocas fotos hice, pero estaba abrumado mirando a todas partes, los dos primeros días estuve totalmente descentrado intentando asimilar la cantidad de cosas que se llegan a ver, así que seguí caminando a ver que más encontraba. Cada vez quedan menos "fugas" en la ciudad, se intentan reparar poco a poco pero la verdad es que por mi, podrían dejar unas cuantas para los locos de la fotografía que de vez en cuando visitan la ciudad...
To be continued...
Entradas
0 comentarios:
Publicar un comentario