Después de reposar la comida y las cervezas, el siguiente objetivo principal del día era subir al Top of the Rock y esperar allí, en todo lo alto, a que se hiciese de noche. Después de comer fuimos a comprar los billetes para subir (se compran para determinadas horas), descansamos un rato en el hotel (andando eran unos 10 minutos) y si mal no recuerdo fuimos sobre las 19:30 de la tarde, con tiempo suficiente para hacer unas fotos de día, ver el atardecer y alucinar con la ciudad iluminada por la noche.
Ya el propio ascensor del edificio es un espectáculo, con proyección en el techo del mismo, aunque lo que es un espectáculo es ver como suben los dígitos del ascensor de rápido. Por cierto aunque no lo recuerdo con exactitud, la entrada cuesta unos 20$, y las taquillas están justo al pie del edificio (solo aceptaban tarjeta de crédito para comprarlos allí).
Mis primeros... no sé, treinta minutos, fueron de alucine total y con una sonrisa de oreja a oreja que ni yo mismo me creía. Puede parecer una tontería, pero creo que empecé a creerme que estaba en New York ese día, para mi fue un subidón de energía increíble. No sabía si hacer fotos o mirar simplemente, porque salir del ascensor y ver a un lado todo Central Park, y a otro, de frente a ti, el mítico Empire State Building, pues qué quereis que os diga, creo que si viviese en NYC subiría todos los meses a ver semejante espectáculo.
Hay dos niveles para ver la ciudad, en primero está rodeado de una mampara transparente colocada a tramos, y entre tramo y tramo puedes meter la cámara para hacer fotos. Mi objetivo angular cabía bien sin el parasol, falta un poco de margen de maniobra a los lados pero se pueden hacer fotos bien. Además, hay unas escaleras que te llevan a un nivel superior y algo más pequeño, en el que tan solo está el pequeño muro, sin mampara. Desde ahí hice la mayoría de las fotos ya que tienes más ángulo, además cuando baja la luz tienes un apoyo en el muro para alargar las exposiciones (alguno había con pequeños trípodes). Eso si, hay que procurar no ponerse cerca de algún loco japonés que quiera hacer un largometraje a base de fotos con una compacta. Todo el mundo se turnaba para hacer fotos menos aquí el personaje, aunque bueno fue un rato divertido también viendo las posturas que ponía para sacar fotos y las caras de la gente cuando lo veía :-D
Hice también alguna panorámica desde ahí arriba, alguna foto de gente con sus recuerdos, experimentos con golpes de zoom, dios si es que lo pienso ahora y madre mía, ¡¡tengo que volver allí arriba!!
Ya el propio ascensor del edificio es un espectáculo, con proyección en el techo del mismo, aunque lo que es un espectáculo es ver como suben los dígitos del ascensor de rápido. Por cierto aunque no lo recuerdo con exactitud, la entrada cuesta unos 20$, y las taquillas están justo al pie del edificio (solo aceptaban tarjeta de crédito para comprarlos allí).
Mis primeros... no sé, treinta minutos, fueron de alucine total y con una sonrisa de oreja a oreja que ni yo mismo me creía. Puede parecer una tontería, pero creo que empecé a creerme que estaba en New York ese día, para mi fue un subidón de energía increíble. No sabía si hacer fotos o mirar simplemente, porque salir del ascensor y ver a un lado todo Central Park, y a otro, de frente a ti, el mítico Empire State Building, pues qué quereis que os diga, creo que si viviese en NYC subiría todos los meses a ver semejante espectáculo.
Hay dos niveles para ver la ciudad, en primero está rodeado de una mampara transparente colocada a tramos, y entre tramo y tramo puedes meter la cámara para hacer fotos. Mi objetivo angular cabía bien sin el parasol, falta un poco de margen de maniobra a los lados pero se pueden hacer fotos bien. Además, hay unas escaleras que te llevan a un nivel superior y algo más pequeño, en el que tan solo está el pequeño muro, sin mampara. Desde ahí hice la mayoría de las fotos ya que tienes más ángulo, además cuando baja la luz tienes un apoyo en el muro para alargar las exposiciones (alguno había con pequeños trípodes). Eso si, hay que procurar no ponerse cerca de algún loco japonés que quiera hacer un largometraje a base de fotos con una compacta. Todo el mundo se turnaba para hacer fotos menos aquí el personaje, aunque bueno fue un rato divertido también viendo las posturas que ponía para sacar fotos y las caras de la gente cuando lo veía :-D
Hice también alguna panorámica desde ahí arriba, alguna foto de gente con sus recuerdos, experimentos con golpes de zoom, dios si es que lo pienso ahora y madre mía, ¡¡tengo que volver allí arriba!!
Continuará...
2 comentarios:
Muy chulos esos edificios míticos en blanco y negro. Se ve que has disfrutado de lo lindo. Saludos.
Muchas gracias Fiodor! :-)
La verdad es que si tío, es un viaje muy recomendable y no descarto volver!!
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