En alguna ocasión he oido opiniones que muestran al fotógrafo como una persona solitaria, alguien que prefiere estar en su mundo con la única compañía de su inseparable cámara.
Imagino que habrá casos así, no lo voy a negar, pero otras veces pienso que se confunden dos términos, soledad e independencia. Una persona independiente no tiene por qué ser solitaria, simplemente es alguien que no siente la necesidad de estar rodeado permanentemente de gente para sentirse bien o para superar el día a día, pero que se puede sentir a gusto con más personas alrededor, y disfrutar de ello como el que más, por supuesto.
Nadie es infalible, por muy capaz e independiente que se sea, todos tenemos nuestros altibajos, pero cuando ese mal momento es completado por alguien con suficientes ganas de vivir, con la misma fuerza y capacidad para superar los diferentes problemas que surgen en la vida, con caracter, se forma una unión fuerte, un complemento que aporta aún más seguridad a esa independencia, ahora compartida, de la que hablaba antes...
2 comentarios:
Que :lila te has ponido :P
A ver si me vienes a ver algo! Independiente!!!
"Una persona independiente no tiene por qué ser solitaria", Ahí lo has clavado, sí señor.
¡Saludos!
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