Tenía un poco abandonado el viaje a India en el blog, y en lugar de seguir con la ruta que hicimos, prefiero ir contando cosas de las que me voy acordando.
Una de las cosas que más atrae de este país es el colorido de los vestidos que utilizan las mujeres, pañuelos, saris, pashminas, algo que contrasta en la mayoría de las ocasiones con el paisaje árido de un desierto, o con el verde de un arrozal, es simplemente increíble.
De camino a Agra hicimos parada en la casas de unas familias que vivían de sus cultivos.
Imaginar la situación, vamos en el coche circulando por una carretera prácticamente en un desierto, y de repente miramos a un lado y vemos una mujer con un vestido de un azul intenso con bordados dorados, cuidando las cabras de las que posiblemente vivan ella y su familia. Tengo muchas fotos en el disco duro, pero tengo muchísimas más como esta que os cuento metidas en mi cabeza, y esas espero que sigan ahí de por vida.
Una mujer en Pushkar, ese día hicimos muchos retratos.
Cada vez que alguien me pregunta por India, suelo empezar hablando de eso, del contraste que hay por todas partes, el colorido de estos preciosos vestidos frente a paisajes apagados, pobreza y riqueza que se siente en cualquier esquina, miseria y alegría de su gente a partes iguales, y así podría seguir con un largo etc.
Una de las cosas que más atrae de este país es el colorido de los vestidos que utilizan las mujeres, pañuelos, saris, pashminas, algo que contrasta en la mayoría de las ocasiones con el paisaje árido de un desierto, o con el verde de un arrozal, es simplemente increíble.
De camino a Agra hicimos parada en la casas de unas familias que vivían de sus cultivos.Imaginar la situación, vamos en el coche circulando por una carretera prácticamente en un desierto, y de repente miramos a un lado y vemos una mujer con un vestido de un azul intenso con bordados dorados, cuidando las cabras de las que posiblemente vivan ella y su familia. Tengo muchas fotos en el disco duro, pero tengo muchísimas más como esta que os cuento metidas en mi cabeza, y esas espero que sigan ahí de por vida.
Una mujer en Pushkar, ese día hicimos muchos retratos.Cada vez que alguien me pregunta por India, suelo empezar hablando de eso, del contraste que hay por todas partes, el colorido de estos preciosos vestidos frente a paisajes apagados, pobreza y riqueza que se siente en cualquier esquina, miseria y alegría de su gente a partes iguales, y así podría seguir con un largo etc.
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