El otro día en la exposición de PhotoEspaña hablaba con una amiga lo difícil que me resulta retratar a desconocidos en la calle, y no hablo de robados, sino de conversar con la persona y pedirle permiso para hacerle la foto. Hay gente que tiene facilidad para ello, otros no tanto, y entre estos últimos me incluyo.
El caso es que en uno de esos paseos con la compacta, iba yo haciendo fotos por los alrededores de Gran Vía y venía de frente a mi una señora paseando con dos perros pequeños, uno de ellos muy gracioso con su abrigo y todo. El caso es que le hice una foto al otro perrillo mientras caminaba, y la señora, que fue muy amable, se paró un momento a hablar conmigo y al final, sin pensármelo mucho decidí pedirle permiso para hacerle una foto junto a su perro, y este fue el resultado :-)
El caso es que en uno de esos paseos con la compacta, iba yo haciendo fotos por los alrededores de Gran Vía y venía de frente a mi una señora paseando con dos perros pequeños, uno de ellos muy gracioso con su abrigo y todo. El caso es que le hice una foto al otro perrillo mientras caminaba, y la señora, que fue muy amable, se paró un momento a hablar conmigo y al final, sin pensármelo mucho decidí pedirle permiso para hacerle una foto junto a su perro, y este fue el resultado :-)
4 comentarios:
Que guay Adri!!
Oye, sigo tu blog hace tiempo por el reader, pero es que la cara de ese perrillo me ha obligado a dejar un comentario por fin!! Menudo genio el tio!!
jejeje buenas Will!
Es que con esa carilla no me pude resistir a hacerle una foto!!
A mí me pasa igual, soy vergonzoso y sé que me pierdo muchas fotos por eso, qué le vamos a hacer... Una foto divertida, por cierto.
Pues si, a veces llego a casa y me da rabia, pero bueno si, qué le vamos a hacer!
:-)
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