Últimamente tengo menos tiempo libre, pero no lo digo como algo negativo, al contrario. Me he propuesto intentar mejorar mi inglés, estoy haciendo un curso de Android, hago ejercicio, y al final la semana da para lo que da, pero estoy contento y me siento motivado.
Hacía mucho que no echaba mi pequeña LX5 a la mochila, y es que aunque los días son fríos, eran demasiado sosos... y soleados. Es curioso, la mayoría busca días soleados para alegrarse el día, yo esta tarde, en unos veinte minutos que he tenido libres al salir del trabajo, lloviendo y con mucho frío, he disfrutado como hacía tiempo que no lo hacía.
Lo reconozco, me obsesionan los charcos y sus reflejos. Reflejos de gente que viene y va, de personas que te miran de reojo extrañados cuando con una pequeña cámara estás apuntando al suelo, de cuclillas, pegado a un sucio charco esperando a que esas personas pasen justo por delante tuya.
Lo reconozco, me obsesionan los charcos y sus reflejos. Reflejos de gente que viene y va, de personas que te miran de reojo extrañados cuando con una pequeña cámara estás apuntando al suelo, de cuclillas, pegado a un sucio charco esperando a que esas personas pasen justo por delante tuya.
2 comentarios:
La fotografía debe poder reflejar nuestras obsesiones, debe ser una extensión de nosotros. Fantásticas fotos.
Pues no lo había pensado así, pero alguna que otra obsesión puedo ver en mis fotos, si... :-D
Un saludo, Mario, gracias por pasar ;-)
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