La semana pasada se daban a conocer los finalistas y ganadores de los
premios del World Press Photo 2014, uno de los premios más prestigiosos
en cuanto a fotogafía de prensa se refiere. Como suele suceder,
la
selección de fotos es espectacular, desde lugares en conflicto hasta
retratos de comunidades nudistas, pasando por reportajes deportivos o
paisajes impresionantes de zonas recónditas del planeta.
Seguramente por ser el concurso que es,
también suele ser uno de los
más polémicos. La fotografía de prensa es conocida por su rigidez
frente a retoques en el post-proceso de las imágenes, el resultado final
tiene que ser prácticamente el mismo que el fotógrafo captó con su
cámara, salvo unos mínimos ajustes permitidos. El año pasado hubo mucho
revuelo con la fotografía ganadora, de Paul Hansen, ya que algunos afirmaban que estaba
retocada por zonas y en exceso, pero el jurado volvió a examinar los
originales y mantuvieron su decisión.
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Ganadora WPP 2013 © Paul Hansen |
Tampoco faltaron los debates que mostraban su indignación al
respecto, ya que parecía ser más importante el que se hubiesen tocado
algo más de la cuenta "los niveles" del histograma, que la desgracia de
enterrar a niños que tienen que vivir entre bombas y disparos a diario.
Es una exposición que procuro no perderme cuando llega a mi ciudad,
me parece una de las mejores que se pueden ver año tras año, y que
consigue hacer llegar al espectador la realidad del mundo en el que
vivimos.
Tampoco entiendo las críticas que a veces oigo en cuanto a
fotografías que no están perfectamente compuestas, que la exposición no
es la adecuada, que si el fotógrafo hubiese dado un paso más a un lado
estaría mejor.
Da la sensación de que todo el mundo se cree capaz de
plantarse en un país en guerra con su camarita colgada al cuello y
esperar a que esa mujer que lleva corriendo en brazos a su niño, se pare
en medio de un tiroteo y se de la vuelta porque la casa del fondo se
superpone con su brazo y la foto queda descompensada.
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Ganadora WPP 2014 © John Stanmeyer |
No, no exagero, pero
me parece un despropósito juzgar ciertas fotos
tan a la ligera, a la par que prepotente. No es lo mismo estar haciendo
un reportaje fotográfico en tu ciudad, de vacaciones o en un evento, que
hacerlo mientras un soldado con metralleta te mira de reojo, o mientras
caminas por los pasillos de un hospital en un país en guerra.
Y ya para terminar, decir que la fotografía ganadora de este año, de John Stanmeyer, me encanta. El fotógrafo muestra un momento de
desesperación por conseguir un poco de cobertura, jugando simplemente
con la luz de los móviles y la luna y sin tener que mostrar mucho más, ya que la
imagen habla por si misma.
Os recomiendo que os sentéis un rato frente al ordenador y
disfrutéis de las fotos seleccionadas, las hay mejores y peores (o no
tan buenas), pero el conjunto es impresionante.